EL CORAZÓN NAVIDEÑO DE DOS COLORES

Una de las cosas más agradables que puedes hacer en Navidad en Copenhague es, simplemente, caminar. Caminar y contemplar. Porque los daneses disfrutan todo el año de los entornos agradables, las mesas bien decoradas, los espacios acogedores, las luces tenues… por eso no es de extrañar que en Dinamarca en Diciembre, mires donde mires, verás musgo, velas, bolas, corazones, estrellas, luces y un cálido ambiente navideño que es una delicia para los sentidos.

Gorro, unas botas calentitas y probablemente un abrigo impermeable, porque en Copenhague en invierno la temperatura es baja, pero también puede llover. ¡Y con suerte nevar!

 

Pero el clima danés en Diciembre no te puede frenar para salir a disfrutar del ambiente. Más bien al contrario: hay que aprovechar que anochece temprano para que la jornada nocturna sea más larga y aprecies mejor como viven y sienten los daneses la Navidad.

 

Casi todo el mundo participa de la decoración navideña en Copenhague: las tiendas lucen sus mejores galas, las cafeterías adornan e iluminan sus ventanas, los escaparates representan pequeños cuentos de H.C. Andersen, los balcones y jardines están iluminados con guirnaldas y las familias se reunen para hacer todos juntos la decoración de ese año y cocinar  y compartir Julekager (dulces navideños).

 

Uno de los objetos que probablemente más llama la atención en la “primera” Navidad en Copenhague son los corazones rojos y blancos, conocidos como julehjerte, corazón de navidad.

 

La tradición dice que la idea original de este corazón es del famoso escritor danés, ya mencionado antes, Hans Christian Andersen. De hecho, el corazón navideño conservado más antiguo datado en la decada de 1860 , lo hizo él mismo a mano y se exhibe en el Museo H.C. Andersen en Odense, Dinamarca.

Es un adorno tradicional y es típico hacerlo como manualidad en casa y en los colegios. Es muy recomendable y entretenido, mejora las habilidades motoras finas de los niños y se cree que se hace en los jardines de infancia desde 1910 , usando los colores del país, rojo y blanco. Es trenzado, con forma de tablero de ajedrez, aunque también ha evolucionado a patrones más complejos.

 

Los corazones se usan tradicionalmente como adornos en los arboles de navidad, y dado que pueden abrirse como pequeñas cestas, a veces pueden rellenarse de caramelos o dulces.Es bonito verlos en casi todos los lugares, no solo de papel, también en tela, lana, metal, mimbre, cristal,…

Por cierto, el corazón de H.C. Andersen del Museo de Odense no tiene rabillo para colgar, por lo que parece poco probable que pudiera haber sido utilizado como un adorno del árbol de Navidad.

 

Existen muchos libros que explican como hacer corazones y los diferentes patrones y materiales. Es una actividad muy entretenida para realizar en familia.

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